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jueves, 21 de noviembre de 2013

Gabriel Celaya: Poema al maestro


                                                                Educar es lo mismo 
que poner un motor a una barca
hay que medir, pesar, equilibrar...
... y poner todo en marcha.

Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino, un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño,
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia pueblos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.

lunes, 28 de octubre de 2013

Ha pasado su tiempo...


Muchas veces os habréis parado a pensar sobre todas las decisiones que habéis ido tomando a lo largo de vuestra vida, y seguramente os hayáis pasado mucho tiempo pensando en sí habéis hecho lo correcto o si no. La letra de esta canción habla de eso, y de cuál es una buena filosofía para tomárselo, espero que disfrutéis la canción, porque el mensaje es muy bueno, os dejo la letra:

Muchas veces he dudado, 
de las cosas que en mi vida pasó. 
De si he hecho lo correcto 
o ha sido un error, todo un error. 

A veces me siento inquieto 
con sólo pensar 
que todos los recuerdos de ayer 
me son más gratos, me llenan más... 

¡Y no! no pienso volver la vista hacia atrás 
todo lo que se fue ya no no volverá. 
No volverá... 

He ganado y he perdido 
pero siempre hice lo que pensé 
he marcado mi destino una y otra vez, 
¡una y otra vez! 

A veces sueño despierto 
e intento volver 
a sentir como un día sentí, 
descubrir todo, como hice ayer... 

¡Y no! no pienso volver la vista hacia atrás 
todo lo que se fue ya no volverá. 
No volverá... 

Es pasado y por eso muerto está, 
¡nunca más volverá! 

A veces sueño despierto 
e intento volver 
a sentir como un día sentí, 
descubrir todo, como hice ayer... 

¡Y no! no pienso volver la vista hacia atrás 
todo lo que se fue ya no volverá. 
No pienso volver la vista hacia atrás 
todo lo que se fue ya no volverá. 

Ha pasado su tiempo... 









viernes, 25 de octubre de 2013

La taza de café y el bote de mayonesa

Aquí os dejo una bonita historia que hace referencia a aquellas personas que están estresadas y siempre se sienten con déficit de tiempo:

"Un profesor en su clase de filosofía, sin decir palabra, cogió un frasco grande y vacío de mayonesa y lo llenó con pelotas de golf. Luego preguntó a sus estudiantes si el frasco estaba lleno y ellos estuvieron de acuerdo en decir que sí. De nuevo, sin decir nada, el profesor cogió una caja llena de canicas y la vació dentro del frasco de mayonesa. Las canicas llenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el frasco estaba lleno y ellos volvieron a decir que sí. Después, el profesor cogió una caja con arena y la vacío dentro del frasco. Por supuesto, la arena llenó todos los espacios vacíos, y el profesor preguntó de nuevo si el frasco estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes respondieron con un sí unánime. El profesor en seguida agregó dos tazas de café al contenido del frasco y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían en esta ocasión. Cuando la risa se apagaba, el profesor dijo:

 <<quiero que se den cuenta que este frasco representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos... son cosas que, aún si todo lo demás lo perdiéramos y solo éstas quedaran nuestras vidas aún estarían llenas. Las canicas son las otras cosas que importan, como el trabajo, la casa, el coche, etc. La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas. Si ponemos primero la arena en el frasco, no habría espacio para las canicas ni para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida. Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes. Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Juega con tus hijos, revisa tu salud, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o afición favoritos, siempre quedará tiempo para limpiar la casa y reparar la llave del agua. Ocúpate de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan. Establece tus prioridades, el resto es solo arena.>>

Uno de los estudiando levantó la mano y preguntó que representaba el café. El profesor sonrió y dijo:

<<¡Qué bueno que me hagas esta pregunta! solo es para demostraros que no importa cuan ocupada esté tu vida, siempre hay lugar para un par de tazas de café con un amigo.>>

jueves, 24 de octubre de 2013

El síndrome de los veinteañeros

A continuación, os dejo una muy buena reflexión que me ha encantado y quiero compartirlo con todos:

SÍNDROME DE LOS VEINTITANTOS

Le llaman la “crisis del primer cuarto de vida”.
Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás.
Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudios, etc…
Y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para conversar un rato.
Las multitudes ya no son “tan divertidas”… incluso a veces te incomodan.
Y extrañas la comodidad del colegio, de los grupos, de sociabilizar con la misma
gente de forma constante.

Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos son verdaderos amigos otros no eran tan especiales después de todo. Entendiste que la amistad después de todo no se basa en el tiempo, sino en la calidad de la personas que tienes a tu lado.
Te empiezas a dar cuenta de que algunas personas son egoístas y que, a lo mejor, esos amigos que creías cercanos o que los conservas desde hace mucho tiempo, no son exactamente las mejores personas que has conocido y que hay más gente que te rodea, a quienes le debes poner mayor atención y verás quienes resultan ser amigos de los más importantes para ti.
Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor.
Entendiste que el tiempo no sana las heridas, sino que alarga las agonías.
Aprendiste que las peleas son distintas a las discusiones y que las discusiones surgen en base al cariño y engrandecen las relaciones.

Entendiste que los tiempos no existen y que las decisiones hay que tomarlas alguna vez en la vida.
Aprendiste que alguien más que tú puede tener la razón, y que con los sentimientos ajenos no se juega.
Aprendiste que las parejas van y vienen, y que hay gente que queda y que siempre estará.
Aprendiste a escuchar y a valorar los pequeños detalles del resto, que marcan la diferencia entre las multitudes.
Aprendiste que la calidez de palabras, los oídos atentos, las palabras sinceras y una incondicional lealtad, no te la da nadie más que un verdadero amigo.
Aprendiste que la confianza es algo que se siembra, se riega, se cultiva y se cosecha, que hay que ganársela y saber mantenerla.
Que es para una persona especial, que no es para todos, y que lamentablemente no se regala y cuando se pierde es imposible de recuperar.
Te rompen el corazón y te preguntas cómo esa persona que significaba tanto te pudo hacer tanto mal.
O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a una persona lo suficientemente interesante como para querer conocerla mejor.

Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos, y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estúpido.
Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeña billetera.
Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no.
Tus opiniones se vuelven más fuertes.
Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es.
A veces te sientes genial e invencible, y otras… con miedo, solo y confundido.
De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando y de saber conservar bien el presente porque será tu única compañía en el
futuro.

Lo que puede que no te des cuenta es que todos los que estamos leyendo esto nos identificamos con ello.
Todos nosotros tenemos “veintitantos” y nos gustaría volver a los 15 -16 algunas veces, pero sabemos que hay gente que ha aparecido en nuestro camino durante estos últimos años que son únicos.
Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza… pero TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos…
Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro, que las amistades universitarias son las verdaderas y que estamos entrando a la realidad de nuestras vidas.
Parece que fue ayer que teníamos 16… ¿¡Entonces mañana tendremos 30!? ¿¿¿¡¡¡Así de rápido!!!???
Hagamos valer nuestro tiempo…que no se nos pase!
“La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento”…

Empezando...

¡Muy buenas tardes de jueves a todos! Bueno he decidido unirme a este tren de la "fiebre del blog" siguiendo la recomendación de mi profesora de Psicología del desarrollo Gloria. ¿Por qué he escogido este título? bueno, la verdad es que ahora mismo estaba sentado en la silla de mi habitación mirando por la ventana mientras intentaba pensar un buen título y me embobé un poco mirando las nubes desplazarse por el cielo, y entonces se me ocurrió este título, bastante poco improvisado la verdad. La verdad es que a veces las mejores ideas o los mejores proyectos no necesitas pensarlos tanto, a veces salen solos de manera espontánea.

Dicho esto aquí queda mi pequeña presentación, ahora en cuanto publique esta entrada voy a publicar otra con una bonita reflexión que me ha gustado mucho y que tiene que ver bastante con el desarrollo.

Un saludo para todos, pasad un buen día.

Javier Martínez